Está visto que las viejas costumbres nunca se pierde y aunque Amy Winehouse parecía que iba por el buen camino, recuperó las viejas costumbres y nos enseñó pezón y braga en una misma noche, así, todo a lo bestia. Un exceso, vamos.
Nuestra Amy se fue con su nuevo novio, Reg Traviss, a un fiestorro de esos que tanto le gustan, y claro, se buscó un modelazo con el que impactar y claro que lo hizo, bueno, más bien sus pezonzuelos, que decidieron que no había sitio suficiente dentro y quisieron salir a ver qué se cocía por el exterior. Los pobres, es que Amy el moño lo lleva alto y aireado, pero le encanta comprimir a sus gemelas en un vestido seis tallas más pequeño de lo necesario.
Pero claro, que lo que es pequeño por arriba, pequeño por abajo es, y claro, bajárse del coche con tacones y una falda repretada, que ni que la encajara con vaselina, pues tiene lo que tiene, y claro, le vemos las bragas de pleno, que encima se las pone blancas para ir con vestido negro, que si fueran oscuras disimularían un poco más. Desde aquí un llamamiento a Amy para que se compre la ropa de su talla, que ir tan apretado no es sano, que se te van a atontar las lolas y te saldrán varices.
Vía | CotilleoBlog
Fotos | Yeeeah!
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