Más que a un tonto un lapíz. A los de la revista GQ les encantan este tipo de eventos, las cosas como son. Eso de ir por ahí cogiendo a chicos guapos y elegantes para vestirles de etiqueta y decirles delante de todos lo mucho que les admiran por lo bien que visten, por lo guapos que son y lo bien que les sienta el traje, pues da mucho juego. Que así a lo tonto te sacas una fiesta veraniega de la manga, y con la excusa de que van a ir chicos guapos pues como que las famosas se animan también a ir, a ver si pillan cacho o al menos posan en el photocall con los primeros trapitos que han pillado en las incipientes rebajas. Todo está pensado y al final los más favorecidos son los de la propia revista como siempre.
Y nosotros no nos quejamos que la verdad disfrutamos más con estos saraos que Paris Hilton con dos botellas de champán para ella solita. Guapos, guapas, fotos, fotas… tenemos de todo para comentar, así que vamos a darles un poco de caña.
La elección de los mozos la verdad es que este año ha dejado un poco que desear bajo mi punto de vista (no tranquilos, Mario Vaquerizo no estaba entre ellos, solo fue a lucir sus Balmain por el recinto) que yo les veo y digo: pues sí, son guapos, y mira tú que bien les sienta el traje. Pero luego me pongo a pensar y claro, si nos ponemos tiquisimiquis es que a poca gente le queda mal un Ermenegildo Zegna echo a medida, que ya tendría pecado que encima de que te dejas los cuartos en él, te siente mal y vayas hecho un adefesio. Así que aunque mérito tienen por la planta, tampoco es para tirar cohetes como locos.
El primer elegido fue el actor británico Joseph Fiennes, que admitió sin tapujos ante los micrófonos de GQ:
No sé si me merezco este título de Hombre Elegante. He pasado casi veinte años de mi carrera profesional llevando medias como en ‘Shakespeare in Love’. No sé si eso es muy elegante
¿Qué no? ¡Pero hijo, si precisamente eso era lo que más morbo nos daba! Tú con tus mallas ajustadas, marcando paquete y componiendo versos… el sueño de todos los que buscamos solteros de oro. Así que con tu premio me quedo contento, que sí que lo veo bien otorgado.
Bueno, bueno, bueno… otro de los premiados fue el hijo de Alessandro Lequio, Clemente Lequio, que a este, igual que el padre, no puedo verlos ni en pintura. Y más que estilo lo que tienen son pelas, la verdad. Si hasta el mismo lo confesó:
No me gusta para nada ir de compras, soy la persona más perezosa en ese aspecto
Nada, se lo deja todo el manos de mamá Antonia Dell’ Atte, que a esa sí que le gusta el protocolo y las tiendas caras más que un plató de cualquier programa del corazón. No puedo con esta familia, es superior a mí.
¿Y el resto de elegidos? el torero Finito de Córdoba, que llegó acompañado por su mujer Arancha del Sol y bastante guapete la verdad con su traje blanco y esos aires ibéricos.
Quim Gutiérrez (sí, el mismo que tiene Berto intención de tirarse con tan de complacer a su novia) que yo con este hombre siempre entro en dilema, porque aunque nunca le he visto el puntillo con eso de que tiene una cara un tanto neandertalesca, mezcla entre Dueñas y Silar el de ‘Heroes’, tiene un algo que le hace así como… sexy. No sé, que me lía vamos. Eso sí, elegante el tío es un rato.
Y ahora llega la creme de la creme de los machos ibéricos. Oriol Elcacho, que a este sí que le regalaba todos los premios, le ponía un piso en Alicante y me lanzaba a la fuga con él hasta el fin de los mundos. La pena es que siempre vaya tan estirado y trajeado, que tiene pinta de ser de los que ve un chándal a lo lejos y sale corriendo.
Los últimos en la fila fueron Lorenzo Castillo y Daniel Brühl, que son elegantes, son majos, seguro que de pequeños recogían la mesa sin que su madre se lo dijese y tal… pero tengo que reconocer que no le llegan a la altura del zapato a mi Oriol, que parece que los han metido más de relleno que otra cosa. Y el traje le veo un poco forzado. Admitámoslo, Daniel está mucho más tremens con vaqueros ¿o no?
Fotos | Gtres
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