Ed Westwick tiene un serio problema con sus poses y las cámaras. Reconozco que su papel en Gossip Girl le exige estar siempre con la etiqueta encima del chico malo y rebelde (un chulo de postín que se llama), pero de ahí a que también tenga que estar con cara de tener un cacho de mierda (lo siento por ser tan escatológico) debajo de la nariz siempre que le pidan que sonría y mira a la cámara, hay un paso.
Recientemente se han celebrado los premios GQ, en los que un año más la revista entregó sus Premios en la Royal Opera House, a los hombres del año en Londres, reuniendo a numerosas caras conocidas, como Lily Allen junto a su novio Sam Cooper, Noel Gallagher, la actriz rusa Olga Kurylenko, Emily Mortimer o un Giorgio Armani extremadamente moreno, algunos de los cuales no iban porque estuviesen nominados, sino simplemente para ver que se cocía en todo el asunto (Lily Allen de paso nos mostró como iba su embarazo, que ya se le ve un poco de bombo y todo).
No solo se condecoraba el estilo, sino también otros méritos profesionales siempre de la mano del título: “el mejor hombre del año en…” Por ejemplo, a Damon Albarn y Jaime Hewlett les dieron el premio a la mejor banda del año por su trabajo en ‘Gorillaz’, David Cameron fue premiado como mejor político del año, mientras que el protagonista de ‘Mad Men’ Jon Hamm fue reconocido como hombre internacional del año.
Y Ed Westwick y Giorgio Armani, recibieron el premio al mejor vestido y el mejor diseñador, de la mano del director Martin Scorsese. Pero eso sí, el premio a la cara más fotogénica seguro que Ed no se lo llevó, porque la cara del photocall es digna de enmarcarla, sin contar con el gesto con el cuello que parece que ha dormido toda la noche sobre una almohada de acero y tiene una tortícolis de tres pares de narices. Creo que el estilo hay que tenerlo en todos lados, incluido en la alfombra roja, prescindiendo de posturas forzadas y sonrisas estiradas.
Foto | Foros.vogue.es
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