Aunque confieso que no me gustó demasiado en ese famoso anuncio que nos ha acompañado estas Navidades, Naomi Watts me parece un bellezón de esos que derrochan elegancia a raudales. No la típica guapa vulgar, sino que está entre ese Olimpo de diosas como Cate Blanchett, Julianne Moore y compañía. Que soy muy fan, vamos. Y me encanta cuando la sacan en portada en todo su esplendor, en lugar de llevársela de compras como si fuera a por un kilo de mandarinas.
En Vogue Australia la han elegido portada de su mes de febrero, y se nota que por allí abajo están en pleno calor veraniego, porque la portada es de lo más fresca. Ella está estupenda, de la mano de Gucci y Bulgari, con un vestido verde sensacional, un maquillaje súper natural y con una serenidad que traspasa la imagen. ¡Esta divina a sus 44 años!
Me han rechazado audición tras audición. Justo antes de hacer 'Mulholland Dr.', mi agente me dijo que era tan intensa que acongojaba a la gente. Me dijo que era una actriz brillante pero que lo que se decía de mí era que hacía sentir incómoda a la gente porque era nerviosa e intensa. Así que me quedé allí sentada hirviendo por dentro. Mi madre estaba viviendo en Los Angeles en aquella época y fui a verla y le dije: "No puedo hacerlo, esto no es para mí". Ella sólo dijo: "No creas una sola palabra de lo que dice la gente. Olvídalos".
Para que veáis que las grandes también han padecido lo mismo que los que empiezan. Y eso que Naomi tiene pinta de ser una de esas actrices que lo da todo. ¡Primera noticia que tengo de que eso puede ser malo! Menos mal que hizo caso a su madre, que siempre tienen razón, y ahora podemos disfrutar de ella en el cine... ¡y en las portadas!.
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