Se han pasado tres pueblos y bien pasados. Que lo de Adele comparado con él no es absolutamente nada porque hay que ver el repaso que le han pegado a Rafa Nadal con el photoshop para la nueva campaña de Armani. Que yo no digo que el chaval no esté bueno, porque lo está y lo está un buen rato. Y tengo constancia de que se mata a hacer ejercicio en el gimnasio, que se hace sus sesión de pesas, sus rutinas de entrenamientos y que bien podría llegar a ser portada de la Men’s Health durante unos cuantos meses consecutivos.
Pero de ahí a tener que ver las fotos y casi ni reconocerle en la cara pues creo que hay un paso. Que he visto piedras donde se lavaban antes la ropa con las rayas menos pronunciadas que las que tiene Rafa Nadal en sus abdominales. Y la cintura que le han dejado es digna de ir a darles una palmadita a los de Armani y decirles:
Pero si el chico ya era guapo… ¿para qué narices me lo retocáis?
Y claro, los de Armani Underwear se han quejado y han dicho que nanay, que solo lleva el retoque necesario y que todo será un efecto óptico o fruto del maquillaje (o del maquillaje que es capaz de hacer efectos ópticos como los que tiene el photoshop… en fin). Y yo, que otra cosa no pero fan del manacorí lo soy un rato, sé perfectamente que no tiene los rasgos de la cara tan afilados como se los han puesto aquí.
Ni eso, ni esa cintura tan fina ni ese difuminado que le rodea a todo el cuerpo que no sé si se trata de él o de una aparición suya en la capilla del santo Emporio. En fin, que sale guapo pero que sepáis que al natural nuestro Rafa Nadal gana mucho más. Ahí queda.
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