Hace unos días Audrey nos contaba que Kate Moss se había comprado una humilde casita en las afueras de Londres, así, como quien no quiere la cosa, de esas en un barrio tranquilo, con vecinos famosos, para llevar una vida de relax.
Peerooo… nos hemos enterado de una cosita. A la muchacha le sigue gustando la fiesta, que las viejas costumbres nunca cambian, y claro, el invierno londinense es largo y frío, como que da pereza salir de casa, así desabrigada, con los tacones… pues nada, la mejor solución, montarse el pub en casa. Y a todo trapo, no vayáis a pensar: karaoke, equipos de música, sofás gigantescos, un bar y un escenario. Lo dicho, de lo bueno lo mejor, de lo mejor lo superior.
Va a tener tanto éxito entre sus amigos que ya los veo cobrando entrada, o con lista y mazas en la puerta. Además, como no habrá paparazzis cada uno podrá bajar como quiera, y yo ya me estoy imaginando a Kate Moss bajando de trapillo y en pantuflas al bareto, que así da gusto. Ays, y además seguro que no ponen garrafón y los pinchos son gratis.
Vía | The Sun
Foto | Flikr – fkf
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