Corría la década dorada de los 80 cuando eminencias del mundo del arte y grandes grupos musicales (como Alaska y los Pegamoides, Coque Malla o incluso el mismísimo Pedro Almodóvar) se rebelaron contra la soporífera tendencia de lo establecido de la España en blanco y negro con olor a naftalina para dejarnos en los libros de nuestra historia reciente un apartado divertido, lleno de locura, frenesí, colorinchis y temazos con los que los cuñaos se acaban de desinhibir en bodas, bautizos y comuniones.
Ellos son los glam-diadores rompedores a los que debemos que los modernos de hoy como Bad Gyal, Omar Montes, Marc Seguí u otros artistas excéntricos sean considerados como tal (sin tener la voz de Ainhoa Arteta ni tener que romper demasiadas etiquetas), siguiendo la estela y la ruta trazada que conocemos desde hace ya 40 años como 'la movida madrileña'.
Sala verde del restaurante 'Las chicas, los chicos y los maniquís' (Atocha, 49)
Por eso, el restaurante 'Las chicas, los chicos y los maniquís' ha concentrado lo mejorcito de su repertorio (como se hacía en los discos recopilatorios de Caribe Mix) en un exquisito menú que toma como inspiración el concierto 'El Concierto de Primavera' del 23 de mayo de 1981, el momento cumbre de este movimiento al que debemos todas las buenas farras, festivales y barras libres de arte que nos pegábamos antes de la Covid-19 (y ahora siguiendo todas las medidas de seguridad).
La entrada del Concierto de Primavera de 1981
Para conmemorar los 40 tacos de este histórico concierto de 8 horas de duración, con 15.000 personas asintomáticas de prejuicios y negativas en el test de casposidad, que fue organizado por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid de la Universidad Politécnica junto a Klub en el año 81, el restaurante de la movida madrileña te da la posibilidad de papear 7 platos entre dos personas por tan solo 28 euros por cabeza (con rastas, pelo pincho, da igual, ¡viva la movida!).
El menú de siete platos de la movida madrileña
Este menú; al que ya han dado el visto bueno grandes exponentes como Nacho Canut, David Summers, Mikel Erentxun, Iván Ferreiro o la mismísima Olvido Gara (Alaska); está compuesto por cuatro deliciosos entrantes, dos suculentos principales y otros dos excitantes postres tan nuestros como rompedores:
- Ensalada de burrata, con tomatitos guisados y aliñados, sardina ahumada, ensalada de berros y pesto de pistachos.
- Tartar de atún en canelón frío de remolacha, con teriyaki, mayonesa de wasabi, holandesa y katsuobushi.
- Croquetas Madrid-Barcelona. Hechas de guiso de callos y capipota.
- No es un bocadillo de calamares. Calamar andaluz, con yema de huevo, alioli de ajo asado y bizcocho de tinta.
- Arroz de txuleta. Arroz meloso con txuleta, capipota y tuétano.
- Melón-Mojito. Melón macerado en mojito.
- Manzana Roja. Mousse de queso fresco y manzana asada, con caramelo salado, frambuesa y canela.
La decoración retro, con colores llamativos y una vajilla de lo más original hacen de este lugar una auténtica y divertidísima cápsula de la movida
¿Es o no es una movida de menú por ese precio? Además, incluye agua, un refresco, una cerveza (fundamental para Mario Vaquerizo) o vino de la casa... ¡Y todo en pleno centro de Madrid! ¿A qué estás esperando para pasarte por Atocha, 49 para ponerte las botas (de pinchos, flecos, pero sobre todo de comer rico)!
Foto Alaska | GTRES