Mucho se habló de que Isabel Pantoja quería irse a vivir a América Latina, pero nada de que a lo mejor eran ellos los que no querían tener a la folclórica paseando entre sus calles echando a la prensa de "SU" casa. La tonadillera en torno a la que se construyó la civilización del salseo ya ha programado un viaje a Argentina para finales de mes y algunas de sus exigencias de diva han dejado con el "orto" torcido a la prensa del país latinoamericano.
Para empezar, la Pantoja se hospedará en un hotel de los que te llevan hasta en brazos de la cama al baño como si de una maleta se tratara. La noche cuesta la friolera de 2.000 euros y ha pedido que vengan refuerzos para que la seguridad del complejo esté a la altura de la del Palacio de Buckingham (con sus peinetas en vez de los gorros de cacique y el cambio de marcha con sus temazos copleros).
Sus fans argentinos, esos que no forman parte del PantoPalmar de Cantora (la secta a la que la cantaora explota cuando le viene en gana obligándoles a comprar décimos de lotería o poner hasta el último azulejo de su piscina), se han llevado la decepción de sus vidas con estos gestos de Bikina (altanera, preciosa y orgullosa) de Isabel: la hacían más "accesible y humilde después de su ruina financiera y su paso por prisión".
Por si fuera poco, la Panto ha tenido la desfachatez de rechazar una entrevista con la mítica e irrepetible Susana Jiménez. ¡A quién se le ocurre! Eso es como si Meghan y Harry hubieran dejado plantada a Oprah Winfrey o si Bertín Osborne rechazara jalarse una pata entera de jamón con algún famoso de derechas. ¡Una falta de respeto! Y es que Isabel solo ha consentido tener una "cita en privado" con Mirtha Legrand, eso sí, tomando el té sin testigos.
Según ha podido saber 'Socialité', Isabel Pantoja está de cruces por la filtración de estas condiciones, pero más haters aun están los que se consideraban sus fans por no poder verla haciendo promoción como todas las estrellas de la tele. Un poco más y me la veo cantando de solipandi el día 24 de mayo en el Luna Park de Buenos Aires... Aunque bueno, a ella poco le importará mientras que cobre los 200.000 euros de ganancias que, según la prensa, se embolsará la madre de Kiko Rivera por sus 72 horas en suelo argentino.