'Lecturas' es un medio serio, hacen periodismo auténtico y por eso hacen lo que sea por da una noticia, hasta informar de algo que pueda cabrear a una malota como Rocío Carrasco.
De pelo rapado cual ultra del Manchester City, espalda pintorreada como la tatuadora de una tienda alternativa del barrio más chungo del distrito 14 en los suburbios neoyorkinos y la típica que se sienta en los respaldos de los bancos del parque a comer pipas tirando las cáscaras al suelo, porque puede. "¿Tú qué miras gilipuertas?", seguro que les dice a los que pasan y se le quedan mirando.
¡Nuevo golpe moral y económico! Rocío Carrasco no perdona y sigue con su guerra judicial contra Antonio David Flores #ExclusivaLecturas https://t.co/XljhxsS7nn
— Lecturas (@Lecturas) September 9, 2020
Y es que la revista ha revelado una información muy heavy, como Rociíto. Y es que ahora skinhead del corazón demanda la friolera 'cantidubi' de 120.000 euros (o pavos, como diría una mala malosa como ella) a su ex marido por los daños morales causados al llamarla "mala madre" en una entrevista en 2016.
¿Pasado pisado? ¡Ni de coña! Lo único que se pisotea es al colaborador de 'Sálvame'. Si te metes con la chunga de Rocío lo pagas caro, Antonio Deivid. Si Rocío hablara diría algo así como "le tengo cogido por los huevos".
Para colmo, Antonio David es ex guardia civil. Es decir, una malota de las que llevan botas blancas hasta las rodillas rollo Team Rocket versus un picolo de la ley. Esto parece una película mala de Santiago Segura. Bueno, ¿es que tiene alguna buena? Esta movida es digna del Jhony y la Vane en 'El Diario de Patricia'.
Se ve que Rocío le ha cogido el gusto a embolsarse unas pelas a costa de las demandas. Cuando se le acabe el chollo con Antonio David, que vaya a por Amador Mohedano, que ese look con sombrero de Aurelio, ganadero pueblerino, es bastante denunciable.
Y es que este conflicto está más pasado que una braga del mercadillo, pero ahí siguen, erre que erre. Vuelve la guerra de crews con Rocío Carrasco reclamándole esa cantidad de dinero, más o menos lo que vale la tinta de impresora, por esas declaraciones en las que el malagueño, líder del cartel de los Flores, "vulneró su intimidad" al acusarla de no invitar a sus hijos a la presentación del sello a la más grande.