Si no la conocéis, tranquilos que de aquí a nada vais a estar hasta los mismísimos de ella, porque tiene toda la pinta de convertirse en la siguiente Rebeca Loos de David Beckham o la Monica Lewinsky de Bill Clinton. Este bombón ruso se dedica a algo muy peculiar hoy en día: es una espia, y además debía ser de las buenas según parece. Su nombre es Anna Chapman y no sabemos si le gusta el Martini mezclado, no agitado, pero que tiene cosas en común con James Bond, de eso no hay duda. Por lo menos en lo que respecta a las relaciones personales, porque al parecer se ha ido metiendo en la cama de unos cuantos personajes célebres para ir sacándoles información, aunque por el momento no sabemos ningún nombre.
Y digo por el momento porque la muchacha, además de posar como posa para la revista Maxim (edición rusa) tiene intención de largar unos cuantos nombres:
“Romperá su silencio para hablar sobre los hombres con los que flirteó y sus planes de futuro”
Y diréis, pues que rastrera… pues eso lo pensaréis vosotros, porque a los rusos solo les falta hacerla beata. La tienen por las nubes y, de hecho, ha sido condecorada por el presidente ruso, Dmitri Medvédev, una vez fue canjeada por el gobierno de los EE.UU. Y claro, a la vista de las fotos, comprendemos tanto porque lo rusos la quieren como el porque conseguía la información tan fácilmente.
A uno le viene un bellezón como este, subida a unos tacones de infarto y cubierta con nada más que una gabardina desabrochada y algunos collares de perlas, y confieso hasta ser yo el que entra por las noches a robar en casa de la Hilton.
Foto | Revista Maxim
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