Zac se ha marcado un Taylor Lautner y, sin motivo aparente alguno, sale en medio de la selva con su torso al aire. ¿Por qué no? Tampoco seremos nosotros los que lo critiquen. Y ha sido entre torso y torso, donde los fans se han dado cuenta de que el actor, con ese look de ermitaño, con su barba frondosa, su pecho sin depilar y sus abdominales ligeramente difuminados, es el prototipo de sugar daddy soñado.
¡Ayyyy! Es imposible ver una foto de Zac Efron sin que se nos escape un suspiro. Muchos de nosotros tenemos a Efron como nuestro primer crush de la infancia: un Troy Bolton dispuesto a hacer hasta lo imposible por estar con su chica. ¿Puede haber algo más irresistible? Bueno, sí, su cuerpo.
Los entrenamientos de baloncesto en High School Musical dieron sus frutos y vimos como Zac iba acumulando músculo con la misma rapidez que las Kardashian acumulaban operaciones. Ahora, dejando su faceta de Disney atrás por completo, nuestro actor fornido favorito vuelve a la carga de la mano del gigante Netflix. Down to Earth with Zac Efron es una serie de documentales en las que vemos como el actor explora los lugares más inhóspitos de la tierra junto con su cuerpo descamisado.
Y aquí estamos, los que una vez caímos en las garras de un Efron jovenzuelo y, para qué mentir, un poco enclenque, ahora nos encontramos babeando por un Zac macizo, algo peludo y, por supuesto, cañón.