Es tan bonito encontrar la vocación en algún momento de tu vida, abandonar la vida de pisos de lujo en el centro por la relajada vida del campo y eso le ha pasado a Elizabeth Hurley, que se ha ido a vivir a una granja y empieza a comercializar sus propios productos, por supuesto sanísimos y bajos en calorías.
Es lo que tiene, se casa una con un muchimillonario, vive en el centro de Londres en una casa de alucine, de fiesta en fiesta con los manolos puestos, pero tiene una un hijo y se da cuenta que esa no es vida para él, que lo mejor es una granja con ovejitas y cerditos y vacas… y ya puestos, pues planto unas fresas y unos cereales y me curro unas barritas fantásticas de la muerte que además te van a dejar un cuerpo tan ideal como el mío.
Ahí la tenéis, sonriente con una gallina de diseño. Además los productos son de lo más asequibles; tenemos barritas de frutas y de centeno por menos de un euro, y un paquete de jerky beef (una especie de cecina inglesa seca) por unos dos, pero la idea es seguir aumentando el negocio y ampliar a vender carne de pollo, vacuno y cordero... granja total, granja comansi. Yo de verdad, que me encantaría verla llevando a las ovejas vestida de marca. Eso sí, habrá que probar las barritas.
Vía | El Mundo y Elizabeth Hurley Food
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