Lo siento, suelo ser muy malpensado y en esta ocasión no voy a ser diferente: no me lo creo. Ni me creo que Kim Kardashian se arrepintiese de salir desnuda en Playboy, ni me creo los motivos que defiende por los que tuvo que salir desnuda en la portada, porque vamos, a la vista de la trayectoria profesional de esta mujer, el salir en una revista desnuda como puede ser Playboy, es algo que a ninguno debería extrañarnos, incluida ella misma.
Según Kim, el posado que tuvo que hacer para la revista no fue nada cómodo y ella se sintió muy incómoda sabiendo que le iban a ver miles de hombres y de mujeres de todo el mundo. Ajam, claro, claro, incómoda. Seguro que cuando la revista te puso en mano (o en el banco en su defecto) las cifras seguidas de ceros que tenían por misión lavar esa sensación de incomodidad, seguro que ahí no te sentías cohibida, ¿verdad?
Pero lo mejor de todo no es eso, sino que encima Kim intenta excusarse diciendo que tenía una presión familiar encima muy grande, ya que lo hizo por recomendación de su madre que de alguna manera había que promocionar el reality show que cubría la vida de los Kardashian. Y como no somos mayorcitos para saber en que momento tenemos que hacer caso a alguien sobre la decisión de exponer nuestro cuerpo desnudo a la vista de todos, tenemos en cuenta lo que tú madre te diga para así poder meternos más billetes a los bolsillos…
Penoso, sinceramente. Con lo fácil que es decir: “sí, me desnudé, y lo hice por las pelas. En su momento no me importó pero ahora no lo volvería hacer.”, optamos por echarle las culpas al de al lado y poner cara de angelito. ¿Será para que Cristiano Ronaldo no se escandalice y la deje plantada? Lo dudo, creo que Cristiano ya la conocía mucho antes de que ella se presentara e imagino que, si nos lee, sabe a que portada de Playboy me refiero. Que la policía no es tonta, y él tampoco.
Vía | 20 minutos
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