Madre mía, madre mía que cansino se puede llegar a ser poproseros. Que si ahora sí, que si ahora no, que si ahora lo dejamos, que si volvemos, que si me lío con otro pero vuelvo con el de antes... De verdad que no hay quien les entienda y les siga la pista sin perderse. Y es que parece que los rumores apuntan a que Jennifer Aniston y John Mayer podrían haber vuelto.
Esta sería la reconciliación número,... número... ¿número? Ni idea, van tantas que he perdido la cuenta. Como siempre han demostrado son de los de ni contigo ni sin ti y de los que al final tendrán que acabar como el Rosario de la Aurora...
Bien es cierto que siempre han mantenido buena relación y que se han vuelto a ver desde que rompieron, pero ahora parece que el acercamiento es más íntimo y por ello se apunta a la reconciliación, además de porque habrían sido vistos en Nueva York muy acaramelados cogidos del brazo.
Según se dice, Aniston parece que aún no lo ha superado, que se preocupa mucho por él y que es como adicta a los huesitos del músico. Por su parte Mayer parece reconocer que se sentía muy bien con ella y que realmente le gustaría seguir adelante, que la chica es muy simpática, inteligente y agradable... una joya que se dice.
Sin embargo también os diré que hay amigos de Jen que no dan un duro por la pareja y están convencidos de que John le volverá a romper el corazón, hay que pensar que él es joven y sabe bien cómo jugar sus cartas. Vamos lo que yo he pensado siempre, que como pareja puede que se quieran mucho pero no es suficiente, son vidas completamente distintas y con expectativas y vivencias que no tienen nada que ver: ella a sus 40 se quiere estabilizar y ve que se le pasa el arroz si es que no se le ha quedado ya hasta frío, y él es una perita en dulce de treinta y pocos, músico, con éxito, con mucho que vivir y sin ganas de atarse en este momento.
Así que a la vista de las circunstancias no sé si darles la enhorabuena o el pésame. Veremos a ver qué pasa en los próximos días, si se confirma, se desmiente o siguen jugando al ratón y al gato hasta qu ese les pille en un renuncio. Poprosa estará atenta a todo lo que se mueva.
Vía | US Magazine
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