Ays, menos mal que parece que algunas rupturas son un síntoma de cordura, o por lo menos a mí me parecen. Es que yo sigo sin entender ciertas cosas. Llamadme clásica, o rara o lo que sea, pero que estos dos lo dejen de nuevo, pues me tranquiliza, y me alegra que Evan Rachel Wood vuelva a ser de colores al romper su compromiso con Marilyn Manson. Me congratula que ya se pueda comprar un vestido rojo o salir a la calle con una camiseta de flores, con lo que se llevan este año.
Conste que yo sigo con mi teoría de que este muchacho en zapatillas y pijama de andar por casa es uno normal y que estas pintas rarunas son de postureo, pero lo que es cierto es que chatunga con la que sale, chatunga que tunea a su imagen y semejanza… y lleva unas cuantas. En este caso la relación ha sido un ahora sí, ahora no, ahora te pido que te cases conmigo, ahora no te quiero. Las causas y demás no las conocemos, que se lo están callando, pero es que yo me imagino que ella, de venir de trabajar al lado de los macizorros de ‘True Blood’, y luego llegar a casa con ese tío tan raruno, que ellos son vampiros y tienen más cara de salud, pues se te baja toda ilusión. A ver qué nos deparará el futuro, que miedo me da que no haya dos sin tres.
Vía | D Listed
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