Ya hace una temporada que se viene hablando de esta pelea de gatas que mantiene enfrentada a Penélope Cruz y a Eva Longoria, gracias a la relación que la mujer desesperada mantiene con Eduardo Cruz, a la sazón hermanísimo de la primera. Ains qué triángulos más de culebrones.
El caso es que la animadversión que siente Pe por Eva es más que patente y la gracia que le hace que el pequeñín se haya colado por los huesitos de la Longoria no es que no le caiga en gracia, es lo siguiente. Así, fuentes cercanas a Penélope Cruz dicen…
Penélope cree que Eva no es nada más que una actriz de B-lista hambrienta de fama, una mala actriz que usa a Eduardo en un intento de adelante su carrera … Penélope no entiende cómo Eduardo se conforma con una mujer casi 10 años más mayor que él, y sobre todo cuyo matrimonio falló tan estrepitosamente. Ella piensa que Eduardo puede hacer mucho mejor que Eva a él.
A ver, estoy de acuerdo en que Eduardo Cruz se ha convertido en el boy-toy de la chica, pero bueno hay que pasar el tiempo lo mejor posible ¿no os parece? Ahí no vamos a discutir que no es más que el chico tirita del momento divorcio con el que una se lo pasa a los indios y vuelve a recuperar la sonrisa, pero eso a nuestra Pe le encrespa las mechas. Vale que la Longoria no es que sea la actriz del milenio pero en Hollywood como que no la va mal del todo que digamos, y más para pensar que se está aprovechando de él. De hecho a ver quién sacaría su nombre si no fuese, precisamente por la fama de ella porque de la familia no tira (a diferencia de otras, ejem….ejem….).
Vamos que es una columpiada propia del proteccionismo a los hermanos pequeños, una rabieta de esas propias de hermana mayor. Deja al chiquillo que disfrute y luego ya pillas el nanax y le frotas el tatuaje.
Vía | Gawker
Foto | Revista In Touch
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