Pues sí, aunque parezca mentira, se le puede poner precio a la vida de una persona. Se rumorea que a Lindsay Lohan, de 22 años, se le han ofrecido 2 millones por la suya, a Miley Cyrus, de 16 años, 4 millones y por supuesto, no iba a ser menos, también le han puesto precio a la vida privada de Britney Spears.
Y es que, desde luego que la vida de esta chica ha sido de todo menos sosa y aburrida y claro, que cuente en primera persona sus vivencias personales es algo muy jugoso. Pues aun así, aunque desde mi punto de vista la vida de Britney puede ser bastante más morbosa, con más etapas de superación y mas dramas que la de Miley, que a sus 16 años aun le queda por experimentar lo mejor de la vida, solo le han ofrecido tres millones por la exclusiva.
Y no es raro, pues la causa más lógica de esa suma de dinero es que la madre de Britney ya vendió gran parte de la historia de su hija en su propio libro “Through The Storm” (A Través de la Tormenta). Y claro, lo gordo y jugosón de esa época ya está contado y no interesa repetirlo, que aquí vende lo nuevo, no lo repetido.
Y ella ha rechazado la oferta. Pero que conste que no la ha rechazado porque no quiere vender su vida, porque desea mantener su privacidad bien atada…no. No lo ha aceptado porque le parece muy poca cantidad de dinero y ella por menos de 8 millones no le cuenta a nadie ni siquiera cual es el supermercado donde compra la carne.
Y bueno, quizás tenga algo de razón visto desde este punto: escrúpulos no tiene y al final va a acabar vendiéndosela a alguien, ¿no? Pero la vida de Britney es una gran exclusiva: toda la verdad absoluta e inalterada acerca de su iniciación adolescente en el mundo del sexo (cuidado Justin Timberlake), su ascenso a la fama, sus padres abusivos, su matrimonio fallido, el embarazo de su hermanita adolescente, su deterioro mental y su renacimientos. Ya puestos a vender el alma al diablo…al menos venderlo a buen precio.
Vía | Recalcitravía
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