'La Fábrica de la Tele' ha perdido su juicio por "despido improcedente" contra Antonio David y ha sido condenada a seguir pagándole las dietas al "padre impío" durante una temporadita pero, como dijo una niña de 6 años sabia como ella sola cuando le preguntaron en un informativo cómo llevaba la vuelta al cole: "no pasa nada, peor es morirse". La productora de 'Sálvame' ha montado un fiestón por todo lo alto para celebrar no se sabe muy bien el qué (quizás que llevamos unos días seguidos sin que Lola Índigo saque canción nueva) en una conocida discoteca de Madrid y, como no podía ser de otro modo, Belén Esteban y Rocío Carrasco han sido las reinas de las tarimas.
Para hacer más amena la espera de la segunda parte de la serie documental de Rocío Carrasco, nuestra Khaleesi made in Spain (madre de dragones, rompedora de mentiras, la que no arde, sino que resurge de sus cenizas) se subió al escenario para protagonizar el momentazo de la noche: un espectacular trenecito en el escenario junto a la agente especial animadora de fiestas, la Esteban, mientras que sonaba el hit mundial "Así, así, levantando las manos. Así, así, moviendo la cintura. Así, así, un movimiento sexy..." y sus maridos Fidel Albiac y Miguel miraban orgullosos a sus churris desde la pista de baile.
Otros de los asistentes a esta farra de 'Sávame Limoncello' fueron José Antonio León, Kike Calleja, Nuria Marín, Sergi Ferré, Carmen Alcayde y David Valldeperas, además de la imprescindible exponente del chuminero Lydia Lozano, que lo dio todo hasta provocarse otra hernia digna de operación. No tenemos pruebas, no, pero tampoco dudas. Además, la invitación estaba abierta a otros famosillos simpatizantes con el programa epicentro del cancaneo como Carme Chaparro o Anabel Dueñas, íntima amiga de Rociíto.
Que 'La Fábrica de la Tele' es más Rociísta que la propia familia de Rocío (que le da la espalda desde que prácticamente rompió con AntonioDá), lo sabemos todo. Unos expertos en tele como los creadores de la máquina más grande de crear memes de la historia (Sálvame) no podían dar una fiesta en la que los detalles no hablaran por sí solos, como la predominancia del fucsia (color que ha empuñado la marea de apoyo feminista a la Carrasco) en todo el mobiliario de la discoteca así como en el vestuario de sus bailarines, un claro zasca a dos manos a Antonio David Flores.
Vía | @belenestebanmenendez