No, no se trata del título de una peli porno-gay ni nada de eso. Me explico: Robbie Williams, a pesar de parecer un tipo duro con todos esos tatuajes y esas hechuras de rockstar, es un gallina de tomo y lomo que duerme con la luz encendida debido a que tiene una fobia a la oscuridad (que el chaval achaca a que su madre era una apasionada del Tarot, vamos, que mezcla el tocino con la velocidad y se queda tan a gusto).
Sin embargo el bueno de Robbie parece querer acabar con esta fobia y ha decidido buscar ayuda... aunque la ayuda que se ha buscado es la de Jason, un chaval de 23 años que vive de ir por las televisiones del Reino Unido hablando de todas las veces que ha sido abudicido (una cada mes, por lo menos) y sus experiencias con los extraterrestres. Williams espera que Jason pueda traspasarle un poco de la sabiduría que ha obtenido de ET, Goku, Superman y demás aliens, y ayudarle a vencer su fobia (sic).
En definitiva, una demostración empírica más de que los famosos no carburan bien.
Vía | Metro
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