Bueno, bueno, bueno... que seguro que medio mundo anda en estos momentos frotándose las manos, que declaraciones como estas no tenemos todos los días (aunque sí que es cierto que cada vez son más frecuentes). Parece que a Miranda Kerr le ha venido genial eso de separarse de Orlando Bloom para explorarse a si misma y darse cuenta que, a estas alturas del cuento, igual el pescado no es una mala opción si lo comparamos con la carne.
Efectivamente, Miranda Kerr ha confesado a la revista GQ británica, entre foto y foto en pelotilla picada, que estaría encantada de explorar su bisexualidad y que no descarta que le atraiga el estar con una mujer, que ya se sabe nunca puedes decir nunca:
Aprecio por igual a hombres y mujeres. Amo el cuerpo femenino y realmente aprecio su forma. Disfruto mucho dibujando mujeres, especialmente sus espaldas. Definitivamente necesito un hombre en mi cuarto, un pecho fuerte sobre el que descansar. Sin embargo, quiero explorar nuevas cosas. Nunca digas nunca.
Cosa que me parece estupenda, todo sea dicho. Que si una siente curiosidad por saber cómo será eso de estar con una mujer, que le dé rienda suelta y que intente experimentar todo lo posible para saber qué es lo que en estos momentos le pide a uno el cuerpo. Y esas decisiones, que por lo general no son nada fáciles, asombra ver con que entereza Miranda Kerr la tiene claras. Ole ella.
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