Si por algo se caracteriza Kelly Osbourne es por estar siempre dando la nota, y no precisamente en los escenarios, que ha sido catalogada hace bien poquito como una de las peores cantantes que la madre tierra ha puesto sobre su faz y de ella dicen que, si no fuera por su apellido, acabaría trabajando en un centro comercial pasando por una más (duras palabras...)
Pues bien, la hija del archiconocido Ozzy líder de Black Sabbath, ha sido detenida por agresión el pasado día dos enero por, presuntamente, golpear a una periodista en un club londinense. El incidente se produjo este pasado verano, pero no se han tomado medidas contra la cantante hasta ahora, porque si nos quejamos de como funciona la justicia en España, no quiero ni contaros en Estados Unidos.
Al parecer (séase que varios cotillas lo han atestiguado) Kelly agredió a una popular columnista, Zoe Griffin, que trabaja en la sección de cotilleos (¡simpaticémonos con el gremio!) del diario británico The Mirror porque ecer, Kelly Osbourne no se tomó bien una crítica en la que Griffin se mofaba del novio de la cantante, Luke Worrall. La crítica fue publicada en agosto del 2008, y la agresión se produjo el 29 de ese mismo mes.
Según la periodista, ella muy compungida, Kelly la golpeó en la mejilla derecha (¡que gancho!), tras una discusión. Entonces vino Scotland Yard, las separó, tomó declaración a ambas partes y dejaron que Kelly se marchara siempre y cuando se presentase en los juzgados en enero de 2009.
Que humos tiene esta muchacha...¡y como para meterse con ella!
Vía | Terra