¡Pobre Kate Middleton! Para que veais que ni la realeza se salva de algunas cosas, la duquesa se pasó su primer San Valentín de casada sin su querido príncipe William. ¿Y dónde estaban para no celebrar su primera fecha romántica juntitos?
Pues el príncipe se ha visto obligado a irse a las islas Falkland con el ejército, que están donde Cristo perdió el mechero no, un poco más lejos todavía. Así que Kate se dedicó a las labores propias de la realeza, es decir, ir mona a un evento de caridad.
Eso sí, el que su marido no estuviera cerca no le impidió que un peque completamente adorable se convirtiera en su Valentín particular. Con sólo ocho añitos, se acercó a ella con un ramo de flores y dijo:
Siento que no esté aquí el príncipe William.
¿No es majérrimo a más no poder? A mí, desde luego, se me pasarían todos los males en un chimpunflás.