Porque no me podréis negar que estos dos son como el buen vino, que mejoran por momentos y cada vez se les ve mejor juntitos. Esa es la historia y la fortuna de Brad Pitt y Angelina aunque no estamos aquí para hablar de lo evidente, que va. Estamos para hablar de un asunto mucho más interesante y es que la parejita se ha percatado de que pueden hacer todavía más dinero del que tienen... sacando su propia marca de vinos.
Con esto de que su retirada del cine está más cerca de producirse parece que están buscando nuevas maneras de estar entretenidos y con el buen sexo no les vale así que tiran de la botella. ¿Os imagináis haciendo botellón de calimocho con vino Brangelina? Nena, eso tiene más caché que echarle un poco de mora a la Coca-Cola aunque lamentablemente no creo que el vino que estos dos quieran sacar sea de mesa. No les veo yo con cara de perder el tiempo rellenando las mesas de medio mundo con vino barato.
Como van sobrados de dinero, son los afortunados propietarios del Château de Miraval, un fabuloso castillo situado en la bohemia Provenza francesa. Lo compraron hará ya unos tres años y ahora han decidido explotar la tierra que rodea a su castillo produciendo su propio vino para sacarse unas cuantas perrilas más.
Pero quien dice unas cuantas habla de que mientras una botella de Miraval se puede adquirir por poco más de diez euros, recientemente, una barrica de 200 litros de vino blanco, cosecha de 2011, acaba de alcanzar los 10.000 euros en una subasta por un comprador anónimo. Así va el país, así va...
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