El día en que a una la mismísima reina Isabel II le reconoce su trayectoria profesional como actriz y como lo que no ha hecho siendo actriz, ese día una se tiene que meter en la cama con el pecho tan hinchado que seguramente no le quepa ni el camisón, así os lo digo. Y si no preguntadle a Kate Winslet, que tiene que saber bien de lo que hablo porque hace bien poquito ha podido vivir esa asfixiante experiencia es sus propias carnes.
Pues sí Poproseros, Kate Winslet, con ese tocado que se nos ha plantado que parece que se le ha muerto un pichón en toda la calva, fue honrada por la mismísima reina quien le hizo entrega de la Medalla de Comandante del Imperio Británico en el palacio de Buckingham (ya lo hizo con otros actores, no os vayáis pensar que esto se lo ha sacado este año de la manga porque les sobraba presupuesto…)
Y claro, una no podía estar más radiante y más feliz porque además de que desempolvaba ese conjunto negro de falda y chaqueta de Alexander McQueen, conseguía ver a la reina a dos palmos de distancia y salía viva de ello. Y Kate, que es perro viejo en estas cosas y sabe como hay que tratar a sus majestades, se marcó una de “madre in love“ para la reina y le dijo que sin duda, la profesión más gratificante hasta el momento había sido ser madre. Os podéis imaginar que la reina casi se la come con la mirada… ¡La tienes en el bote!
Vía | Cuore
Foto | Kate Winslet en Facebook
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