Anda que no me lo he preguntado yo veces, que una cuando tiene el armario lleno de trapitos y vestidos y se le acumulan, tiene que dar una rabia pensar la cantidad de dinero colgado en perchas que no se le puede sacar partido. Menos mal que de vez en cuando vienen festivales como el de Cine de Berlín que sirven para amortizar los vestidos, los zapatos, las joyas, los pañuelos... todito, todo.
Y eso a Diane Kruger le ha venido de perlas, que ella tiene apolillados unos cuanto vestidos y se los ha puesto hasta para ir al baño. Si no cambiaba de look por la mañana, se lo ponía para ir a merendar, para pasear el perro, para ir al super a por aspirinas...
El caso era estar siempre radiante y que las firmas vieran que otra cosa no pero que ella amortizar su Giambattista Valli, su Chanel y su Elie Saab (que no creo que sea suya, que la mayor parte serán regalos de las firmas) lo hace con mucho gusto.
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