No me digáis que no era ya hora de ver a Amy Adams estrellada en el Paseo de la Fama de Hollywood. Con lo buena que es, el éxito que tiene, y lo remona que va siempre esta chica. Vamos, que le tenían que haber dado mucho antes este reconocimiento. Eso sí, a semejante evento tenía que ir rodeada de los suyos como de su marido, su hija y su más mejor amigo Jeremy Renner.
Más feliz que una perdiz estuvo Amy Adams, y no es para menos, eso de ver tu nombre inmortalizado en el suelo tiene que ser un subidón, aunque si lo analizamos a fondo, ahora todos te lo pueden pisar, fotografiar, escupir y demás. Hay que ver las reflexiones que tengo a estas horas de la tarde.
Pero ella feliz con su nena, Aviana Le Gallo, con la que hasta besó el suelo. Qué tierna imagen, aunque no sé qué opina Sanidad de eso.
Y luego la foto de Instagram de rigor que subió Jeremy, que es muy dado a inmortalizar todos estos momentos en los que se llena de orgullo y satisfacción (léase con voz muy de realeza).
Pues una más que se suma al Paseo de la Fama, que a este paso van a tener que comprar calle a modo Monopoli.
Fotos | Gtres
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