Cada uno administra su privacidad de la mejor manera que puede y, algunos como George Clooney, lo pueden hacer de todas las maneras que se le ocurra, que para algo es (o era) uno de los solteros de oro mundiales: es poner una sonrisa picarona, guiñar un ojo y tiene comiendo de su mano a quien sea. Pues bien, él, que es bastante celoso de su intimidad, ha querido hacer todo lo que esté en su mano para preservarla el día de su boda. Y sí señores... lo ha conseguido.
George Clooney y Amal Alamuddin no quieren paparazzi ni acoso de la prensa el día que se den el sí quiero, así que han tomado todas las medidas necesarias para que la villa italiana que él posee en el lago de Como, que es donde se celebrará el evento, sea un idílico paraíso de incomunicación, blindaje mediático y personas únicamente deseadas. Y eso, obviamente, pasa por modificar alguna que otra ley de la zona.
El alcalde de Laglio, Roberto Pozzi, ha aprobado nuevas leyes que estarán en vigor hasta que se produzca el enlace para que así se produzca. Por ejemplo, destacan la prohibición de nadar a menos de cien metros de la residencia del actor (esto acareará una sanción de 500 euros) o detenerse en la carretera frente a la villa del actor. Son leyes que obviamente solo durarán hasta que pasen por la vicaria pero desde luego es curioso como cuando se mueve tanto dinero y fama de por medio, todo es modificable y adaptable ¿verdad?
Vía | Cuore
Foto | GTres
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