Hace una semana nos despertábamos con la sorpresa de la boda de Scarlett Johansson y Ryan Reynolds, pero no sabíamos nada de cómo había sido ese enlace misterioso en Canadá. Bueno, pues ahora lo sabemos y aquí estoy yo para contároslo.
Resulta que ha sido lo más alejado de las pomposas bodas de los famosos, más bien, ha sido una de estas bodas que destacan por lo especial. Se casaron en una zona casi salvaje de Vancouver, en medio de la naturaleza, alojando a los escasos 40 privilegiados que lo vieron en tiendas de campaña. Pero no temáis, que no tuvieron que salir del saco de dormir, hacer crujir los huesos y ponerse las botas de montaña para ver el evento. Todo estaba bien acondicionado, con muebles antiguos, preciosas alfombras y baños de madera de cedro. Eso si que es hacer camping, sí señor.
Además, mientras la novia se preocupaba de esas cosas que hacen las novias, el futuro esposo se dedicaba al noble deporte de la pesca del salmón, al tiempo que otros invitados prefirieron montar a caballo o pasear en bicicleta. Y por si alguno estaba enfadado por no aparecer en la reducida lista de asistentes, hay anunciada una re-boda más hollywoodiense para más adelante.
Y digo yo, si te casas así de campo y de sorpresa : ¿dónde pones la lista de bodas?
Vía | People
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