Para que luego digan que tener tu propio show no trae ningún tipo de consecuencias. Las hay que tienen que ir al logopeda para aprender a vocalizar, las hay que les toca dejarse los cuartos en un armario nuevo y otras incluso tienen que echar a la calle al estilista y a la maquilladora porque no tienen ni idea de cómo dejar a la gente para la tele. Y luego están las que, como Sarah Michelle Gellar, se las ven y se las desean por las noches con el desmaquillador.
Porque creo que no hace falta ni decir que todo lo que hay ahí es maquillaje y pintura. Que Sarah Michelle Gellar lo da todo por su show "Crazy Ones" y si eso implica tener que maquillarse la cara como si hubiera bajado una cuesta en bicicleta sin frenos y le hubiese tocado frenar con la cara, pues lo hace, que la performance bien lo vale y todo sea porque sus seguidores se echen unas buenas risas. Y si no mira con que ánimo se lo toma que lo sube a Facebook, a Twitter e Instagram. Ella sí que sabe cómo montárselo...
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