En América todos se permiten el lujo de opinar y saber de todo, hasta de la política del propio país. Y si no que se lo digan a Pamela Anderson que ha decidido una tarde de domingo lluviosos pararse a pensar: leches, si yo fuera presidenta, ¿cómo lo haría?
Así que ni corta ni perezosa Pamela ha escrito en su blog una carta dirigida a Obama en donde expone las cosas que, según ella, el presidente debería considerar a la hora de gobernar cuando sea el momento. Y sus ideas la verdad son dignas de ser escuchadas, que lo lunes a primera hora de la mañana siempre viene bien reírse un poquito aunque, la verdad, hay otras en las que misteriosamente tampoco discrepo tanto con ella.
Primera en la frente: que se legalice la marihuana y promover la castración química para todos los pederastas:
“Creo que debería legalizar la marihuana. Se dejaría de trapichear en nuestras fronteras, y debería alentarse el cultivarlas en granjas especializadas. Daría más trabajo y sería bueno para el medio ambiente. Creo que es la opción más segura.”
Respecto a los pederastas, Pamela no tendrá clemencia, pero las ideas las tiene muy claritas:
“Hay que cuidar a nuestros más preciados ciudadanos, los niños. En muchas ocasiones, los que abusan de ellos caminan libres por la calle. Los niños deben ser escuchados y protegidos, y considero que debería castrarse químicamente a todo aquel que abuse o sea un potencial pederasta. Este asunto necesita ser previsto cuando antes, no arreglado cuando ya es demasiado tarde y el daño ya está hecho.”
Además de todo ello, Pamela promueve que se controlen de alguna forma los experimentos con animales, pues los considera una atrocidad contra la naturaleza, expresa claramente su deseo de que se cierre Guantánamo (por decirlo que no quede, pero de ahí a que lo hagan…no caerá esa breva) y además propone al presidente que impulse y favorezca la dieta vegetariana en todo el país. Que conste que la muchacha lo hace solo con la intención de disminuir el alto porcentaje de obesidad que existe en todas las regiones.
Y parecía tonta cuando la compramos, pero ya veis, dentro de esa cabecita existen muy buenas ideas, poco factibles y seguramente se queden ahí, en su cabecita pero, de verdad que la intención es lo que cuenta y nos ha demostrado que no es tan pavisosa como creíamos. La rubia nos sorprende una vez más.
Vía | 20 minutos
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