La mala leche que gasta esta chica, hay que ver. Nicole Richie odia que le tomen fotos. Justo cuando salía de la after-party de Charlotte Ronson en Nueva York, un autobús de turistas suizos se cruzó en su camino y los pobres inocentes sacaron sus cámaras para fotografiarla. En ese momento, a Nicole se le hinchó la vena y se puso a gritar como una loca que ella no era un animal y que no entendía porque tenían que hacerla fotos.
Con las mismas le quitó la cámara a una de las turistas, se la tiró al suelo y la pisoteó. No sabemos si por que había bebido demasiado o porque es un ser extraño que al igual que a los Gremlins les pasaba con el agua, a esta mujer le pasa con los flashes. Así que ya quedáis avisados. Si os cruzáis por la calle con Nicole Richie, por el bien de vuestra integridad física, no se os ocurra fotografiarla.
Vía | Farandulista
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