Lana del Rey: la pequeña criatura fabricada en silicona que se está comiendo a medio mundo

Despistados hay en todos lados y estoy seguro que en Poprosa no es la excepción. Por eso, muchos de vosotros posiblemente hayáis escuchado oír hablar de Lana del Rey porque no hay portada ni revista que no la nombre al menos un par de veces al mes pero, si os pregunto de tú a tú quién es Lana del Rey y que hace en este nuestro planeta para llevarse tanta notoriedad… ¿alguien sería capaz de responderme?

Paso de esperar la respuesta, ya me adelanto yo y emito mi veredicto: se trata de un producto 2.0 del momento, creado a partir de barro y silicona que trae de cabeza a medio mundo mientras en otro medio se complace cada vez que abre la boca y suelta perlitas como las que ella solo sabe. Y es que Lana del Rey es mucha Lana, no podemos negarlo.

Pero como toda buena artista, tenemos un comienzo desde el que partir y empezar a construir nuestra historia. De Lana del Rey se dice que nació no con un pan bajo el brazo, sino con un fajo de billetes. Padre multimillonario se supone aunque ella no suelta prenda y las discográficas prefieren callar, que ya sabemos que el silencio morboso puede vender millones.

Elizabeth Grant, que así es como se nos llama en verdad, decidió que su alias podría ser la suma de dos preciosos y llamativos apelativos: el de la actriz de los años 40 Lana Turner y el Ford Del Rey, uno de los autos que le ponen palote. Juntos y bien mezclados (pero no agitados) dan como resultado un mickname que está moviendo millones sin que ella se levante de la silla.

No es que tuviese una infancia difícil, es que la nena era de mente inquieta. De hecho, fueron sus propios abogados los que le eligieron el nombre para poder limpiar así un poco su reputación. A parte de eso, nada que destacar sobre el resto de celebrities: tuvo problemas con el alcohol y ya no bebe y se escapó de un internado, al más puro estilo Burlesque, para hacer vida en la gran ciudad a base de bemoles y tonadillas. Una más.

No le gusta el barullo, se deprime con los comentarios negativos, sus labios son lo único (o casi lo único) real que tiene por encima de las dos piernas y que por pedir, le pediría a Elvis que la bese o a Kurt Cobain, otra de sus grandes pasiones en este mundo.

¿Y cómo saltó a la fama? Pues sin quererlo ni saberlo, para que engañarnos. Allá por verano la muchacha era conocida de puertas para adentro en su casa pero en agosto su tema “Video games” de repente empezó a gustar más de lo que nadie hubiese imaginado y en tan solo unos meses se convirtió en carne de cañón de todas las revistas, programas ye espectáculos.

Mola porque es una artista venida a menos, mola porque es sexy, mola porque no le da miedo afirmar que si pudieres se pondría implantes hasta detrás de las uñas, mola porque Damon Albarn quiere remixar los poquitos temas que la pelirroja tiene, mola porque cuenta con el apoyo de Kate Moss, David Cameron o el mismísimo Karl Lagerfeld y mola porque habiendo sacado tan solo un LP (Born to Die), ya está pensando retirarse de la escena musical porque ha encontrado todo lo que quería.

No creo que haga otro disco. ¿Qué diría? Siento que todo lo que quería decir, ya lo he dicho. Todo lo que quiero, lo tengo. Dinero, notoriedad, rivieras. Incluso, creo que encontré a Dios… en los flashes de las cámaras

Una Lady Gaga de la vida (estábamos tardando en sacar a Lady Gaga en el post, las comparaciones son odiosas) sin pelos en la lengua y dispuesta a hacer sangre de todo lo que pase por sus manos, al igual que el resto se propone hacer lo mismo con ella, pues lejos de encandilar a productores, la Rolling Stone o el New York Times sin ir más lejos, califican su trabajo de basura aunque dicho de manera muy fisna, que no queremos que se asuste, mientras que al País o The Guardian solo les falta ir a besarla el culo por semejante obra maestra.

Discrepancias, diferencia de opiniones… polémica y al fin y al cabo que se materializa en billetes verdes que acaban siempre en los mismos bolsillo. Una criatura nacida de la sociedad, hecha para complacer a la sociedad y que de aquí a unos años morirá por la sociedad. Carne de cañón, artista espontánea y showgirl a tiempo parcial, esa es nuestra Lana del Rey.

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