Estaba claro que la parodia iba a llegar de una manera u otra, pero la portada de la Vogue no podía quedarse sin ser satirizada. Que para una vez que Anna Wintour se baja la falda y accede a meter a su Kim, a su tan odiada y criticada Kim, en una portada, el mundo no puede quedar impasible ante ello y tiene que hacer sangre de tan sonada decisión. Y efectivamente así ha sido.
James Franco y su mejor amigo Seth Rogen han querido quitarle importancia al asunto y aunque las redes sociales están que echan chispas porque siguen sin comprender a cuento de que esta mujer aparece en la Vogue (nenes, que la clave ha sido Kanye West, que él y Anna Wintour son BBF) y quieren que rueden cabezas como sea. James Franco y cia pasan de malos rollos y directamente han apostado por hacer su particular versión de la portada, con mucho humor y ganas de sacar unas cuantas carcajadas.
Y es que, clave de humor a parte y teniendo en cuenta que esto se hace desde el respeto, no viene nada mal que haya alguien que intente suavizar el asunto porque lo cierto es que esta decisión de la revista no ha gustado a nadie y lo ven más como una estrategia comercial y ganas de hacer dinero que como una decisión en pro del mundo de la moda y del buen gusto (dos cosas de las que Kim carece y demuestra todos los días), y eso... eso no se perdona tan fácilmente.
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