La culpa de todo ya no la tiene Yoko Ono, sinó el FBI. Desde que se ha descubierto que la agencia de inteligencia norteamericana se dedica a manipular los contenidos de la Wikipedia, parece que se le pueda colgar cualquier muerto. Y Steven Seagal, para no quedarse corto, ha decido echarle la culpa al FBI de la decadencia total de su carrera.
Según el actor, el FBI lo acusó erróneamente de amenazar a un periodista, y eso le ha dado una imagen de camorrista que ha ahuyentado a directores y productores de cine que ya no quieren trabajar con él, pues lo creen relacionado con la mafia.
No me voy a meter con Steven Seagal. Porque es demasiado fácil. Y además, no tengo la costumbe de meterme con las celebrities, sobretodo si se trata de fracasados egocéntricos que se llaman actores por dar cuatro patadas de kung fu y que no han sabido adaptar su carrera a los nuevos tiempos.
Via | El País