Si tuvieras que elegir tu drama matrimonial favorito ¿por qué elegirías este? Muy fácil. Porque, lo que puede parecer un simple viaje de vuelta, es capaz de remover más sentimientos que la primera vez que se liaron Guille y Teté en 'Los Serrano'. Después del 'zafarrancho en el rancho' de Wyoming, propiedad de Kanye West, Kim Kardashian vuelve a su casa de Los Ángeles.
A la prota de su propio reality, Keeping Up With the Kardashians, solo le hizo falta un día en Cody (Wyoming), visitado también por Justin Bieber, para agitar al mundo del 'cancaneo', como me gusta llamarnos, ya que fue pillada llorando a moco tendido en el coche de Kanye, el cani cuando iban a un 'Fast Food'. Seguro que ella no quería un menú para ella sola y él se negaba a compartir menú infantil, típico.
Kim Kardashian was spotted crying while speaking to Kanye West earlier today at a Wendys⁉️
— My Mixtapez (@mymixtapez) July 28, 2020
Kim Kardashian and Kanye West are together for the first time since his rally in South Carolina. pic.twitter.com/HQ0wlQa2YM
Una exclusiva que, seguramente, dio al Daily Mail uno de esos que venden pañuelos y hacen algo parecido a limpiar el parabrisas en los semáforos: vendería un par de paquetes a Kim y llevaría las fotos a la publicación por unos pocos dólares más. ¡Qué manera de hacer el agosto! Obviamente, esta teoría se cae más por su propio peso que WhatsApp.
Es verdad que Kim Kardashian ha dado la cara en numerosas ocasiones por West, por lo que este caminito hacia el divorcio se entiende menos que los estilismos de los triunfitos en las galas de 'OT'. En esta historia, no hay nada escrito, y si lo escriben, será en el Twitter de Kanye, que ya debe tener la alarma del colectivo cotilla 'around the world'.
Vía | US Weekly