No os voy a engañar poproseros, a mi me hubiese gustado dar esta noticia de otra forma, ¿sabéis? Me hubiese gustado contaros los primeros pasos erótico-festivos de Kellan Lutz con alguna que otra foto de tan señalado momento e, incluso, de cualquier momento posterior que ilustrara algo más que mis palabras. También me hubiese gustado un vídeo-tutorial sobre como hacerlo tan bien como le salió a él, ¿me entendéis? Pero sobre todas las cosas lo que más me hubiese gustado es contarlo en primera persona. En fin, qué injusta es la vida.
Fue en el instituto con el amor de mi vida por esos tiempos. No ocurrió en uno de esos momentos de borrachera en una fiesta. Todo se hizo con respeto, cuidado y sobre todo con amor. Fue realmente dulce y apasionado.
Para que veáis, encima de beneficiarse a Kellan esa muchacha pasó un rato de lo más romántico… ¡Qué mal repartido está el mundo!, ¡y las primeras veces de las personas ni os cuento! Aunque tengo que admitir que si mi primera vez hubiera sido con el señorito Lutz me hubiese dado igual la circunstancia, el cariño y todas esas pijerías que cuenta. Aing omá, ¡qué rico!
Vía | Elle Canada
Foto | Kellan Lutz en Facebook
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