Tengo que decir que ver a esta chica metida en el papel de mala no es algo que me termine a mi mucho de convencer. Llamadte soso, llamadme anticuado pero es que a Keira Knightley le hacen falta un par de platos de cocido todavía para poder asustar un poco con los gestos de la cara y no con la mirada de cadáver que le sale a veces cuando no ha merendado lo suficiente. Eso sí, aun con esas, la chica es mono, hay que ver la suerte que tienen algunas...
La sesión de fotos ha corrido a cargo de Mert Alas & Marcus Piggott, uno de los duos favoritos de Keira Knightley todo sea dicho. En plan femme fatal, posando con trapitos de Chanel e Yves Saint Laurent, yo solo os digo que no va a ser la última portada de la moza esta semana, que con eso de que tiene ahora mismo dos películas a punto de caramelo en la cartelera, no sería de extrañar que la Vogue o Harper's Bazaar nos estén preparando otra sesión para calentar motores.
Y como no podía ser menos, le han preguntado por ellas. Primero por su debut en piratas del Caribe y segundo por su estreno inminente de Anna Karenina, película en la cual, según palabras de ella misma, no se encuentra del todo a gusto por eso de estar interpretando un personaje real
Siempre está la cuestión moral cuando estás representando a gente real ¿Hay alguna razón para hacer esto o simplemente estás sacando partido a alguien? ¿Es como bailar sobre la tumba de alguien? Imagino, de manera graciosa, que es lo mismo que se hace con un personaje ficticio pero muy importante. Hay mucha gente que se identifica con ellos, mucha gente los ama de muchas maneras así que tú tampoco quieres sacarles provecho y utilizarlos o tomar el camino fácil y judgarlos.
Una fumada de cuidado... eso sí, luego cuando sea un éxito de taquilla y nos estemos metiendo los millones en los bolsillos, seguro que ahí nadie se acuerda de la carga moral de la película.
Vía y Foto | Interview Magazine En Poprosa | Keira Knightley se ve hecha un cromo en sus pelis: ¡otra que necesita gafas! En Poprosa | Keira Knightley y James Righton... ¿en tu casa o en la mía?
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