¿Os acordaís de que hace poco también ejercí de endocrina particular de celebrities y os señalé que el bombón canela de Gary Dourdan estaba redondeando sus anteriormente bien torneados pectorales?
Bien, pues ahora el objetivo de mis weight-watchers es el odioso Kevin Federline, a saber, ex de la pobre Britney y padre de sus dos niños, que además de mal gusto se rodea de compañías poco recomendables y sustancias prohibidas. Una joyita.
Parece que el bailarín se ha dejado ir un poco y ha cogido la misma dieta de su ex-mujer, a saber, el abandono total. Así de barrigudo se mostraba jugando al golf recientemente en Los Ángeles.
Comparada con la apolínea fotografía de la derecha, no necesitamos saber más.
Vía | Daily Mail
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