Mala cosa, mala cosa, sobre todo para alguien que nunca había destacado por cosas así. Resulta que Hayden Panettiere hace unos días tuvo un ligero altercado en un bar en Nueva York al que había ido a con unos amigos. El caso es que a la protagonista de Heroes se le ocurrió que sería buena idea eso de tomarse unas copichuelas y las pidió. Acto seguido le pidieron la identificación y en el momento que vieron que la niña seguía siendo menor para beber alcohol (Hayden tiene aún 19 añitos) se la confiscaron.
Vaya movida se preparó, porque la Panettiere pedía su identificación porque tenía que volver a Los Angeles en un par de días (no creáis que era a la mañana siguiente). Así que la policía tuvo que mediar en el asunto, porque parecía que por sí mismo no se iba a solucionar. Hayden solicitaba la devolución, pero claro, había pedido bebidas alcohólicas, entonces era añgo que no se podía solventar así como así.
Después de mediar la poli, le devolvieron su identificación , pero los dueños del bar le acabaron diciendo que si quería refrescos bien, que si quería pasar allí el rato mejor, pero que de copichuelas ni hablar del peluquín.
Bien es cierto que Hayden Panettiere siempre se ha caracterizado por ser una de esas estrellas adolescentes con cierto nivel de privacidad. Vamos que en lugar de seguir los pasos de sus más coetáneas prefirió seguir la línea de la discrección (sinceramente pienso que se lo ha dado su relación con Milo Ventimiglia, que a sus 31 le parará los pies bastante). Sin embargo, no es la primera vez que declara su disconformidad por cosas así.
Hace un tiempo confesó que le encanta Europa porque podía pedir una copa de vino o de cualquier otra cosa sin necesidad de tener 21 años. De hecho declaró estar poco acorde con esta norma tan propia de la ley seca. Pero, nena, es lo que hay, vives en un país en el que no se te permiten ciertas cosas hasta cierta edad (nos parezca mejor o peor), así que seas una cara conocida o lo que sea no es motivo para que se te permita tomarte la ley por tu mano. Y así fue, la policía no le di la razón y no le quedó más que agachar las orejas y ver un refresquito de cola.
No se puede tener todo, que ya tienes un Milo en tu vida…
Vía | Just Jared
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