Cuando Kim Kardashian se quedó embarazada de Kenye West se juró a sí misma que no dejaría de ir divina por la vida y parece que por fin se ha dado cuenta de que estaba haciendo justo lo contrario. Ha decidido bajarse de los tacones (casi seguro que por recomendaciones médicas), y va siendo hora de que alguien le cuente que en ropa premamá hacen verdaderas virguerías: no vas a ir hecha unos zorros.
Kim se había vuelto una pesada (sin buscar el chiste fácil eh) y estaba siendo más criticada que nadie por emperrarse en seguir embutida en una ropa en la que ya no entra su barrigola de embarazada. Y si entra, es a presión. Chica, haberlo pensado antes de llamar a la cigüeña.
Una cosa es querer ir mona a todos los saraos y otra muy distinta lo de negarse a cambiar sus estilismos por el bombo, cuando eso es casi una obligación. Y más en su caso, que no podemos decir que a los cinco meses de embarazo apenas se le note, ¡si parece que está a punto de salir de cuentas!
Por fin se ha dejado ver con zapatillas deportivas y bailarinas por las calles de París, donde pasa unos románticos días de relax con su churri. Algo impensable para ella y que le sienta infinitamente mejor a estas alturas de la película, ¡menos mal que ha entrado en razón! Sus pies deben estar dando palmas.
También se ha pasado al negro, que estiliza, y a un estilo más sencillo y cómodo, ¡vamos mejorando!
Vía | Daily Mail Foto | Gtres En Poprosa | El embarazo de Kim Kardashian: con bombo, tacones y modelazos En Poprosa | Kim Kardashian no se apea de los tacones ni aunque se rompa los tobillos
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