Madre mía, que este es uno de esos casos en los que la realidad supera a la ficción. A ver, quiero a todo el mundo pensando en ese anuncio de café pijo en el que George Clooney en el que entra en la tienda y no lo conoce ni el tato... pues más o menos lo mismo pero situémonos en un restaurante y pongámoslo en la mesa de al lado y pagando la cena. Ni así lo reconocen.
Me explico un poco mejor que realmente os lo merecéis. George Clooney está grabando una película en el mismo Berlín y se fue a cenar con unos amigos y claro, vino va, vino viene, se pone uno contentillo. En la mesa de al lado había un señor alemán, cenando solo, y allí todo es muy sobrio que como mucho se oyen las alas de un ángel al pasar entre las mesas (lo del Oktoberfest no es lo habitual), y claro, el bueno de George se sintió culpable por la jarana.
Cuando Oliver Hermann, el señor alemán torrija fue a pagar y le dijeron que ya lo había invitado el de la mesa de al lado por las molestias, pues se acercó a dar las gracias, que si qué majo es usted, que ahí le dejo mi tarjeta y ya la próxima vez pago yo hombre... Sin darse cuenta de quién era el paganini se dispuso a salir procediendo a ponerse las capas propias del invierno berlinés y otro cliente le dijo eso de "Jo, suertudo, que te invitó el Clooney a cenar"... a lo que se le cayeron los palos del sombrajo al fijarse más y suponemos y ya le dio las gracias modo más fans.
George, chico, si algún día montas bronca en la mesa de al lado de la mía, no te preocupes, te reconoceré, e intentaré mantener la compostura dentro de lo que se puede mientras me aferro a tu cuello.
Vía | El Mundo Foto | Promo Nespresso En Poprosa | George Clooney lleva los rumores sobre ser gay igual que el traje: con una elegancia... En Poprosa | A George Clooney también lo detienen #freeGeorgeClooney
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