La cosa parece que hoy va de revistas. Y es que después de terminar con el Kiosko de Poprosa voy y me doy de morros con esta nueva portada de Katy Perry donde, qué queréis que os diga, yo lo veo todo muy azul y no estoy en Pandora, palabrita que no. No sé si es que querrán convertirlo en color de la temporada o qué, pero desde luego más monocromático no podía quedar el asunto, Papá Pitufo, Papá Pitufo…
Este mes Teen Vogue se atreve a traernos a Katy Perry de esta guisa, sin ningún tipo de expresión en la cara (no sé si borrada con photoshop, porque vaya tela, o simplemente que en ese momento no la tenía) y toda ella en un mismo todo, desde el pelo, a los ojos bien resaltados, hasta el vestido. No sabemos de qué color eran los zapatos, pero si fuesen fucsias me descolocaría bastante.
De verdad que no sabéis qué ganas tengo de que a Katy se le pase la euforia azul y que cambie de color porque no me gusta nada, aunque también reconozco que podría ser peor, ¿cuál creéis que será su próximo color de pelo? Yo sólo espero que sea uno normal y si es de morena mejor que mejor, porque para mi gusto es como más guapa estaba con mucha diferencia. Nena, déjate de experimentos multicolores.
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