Esta noticia es para mear y no echar gota. Los productores de los Grammys le dijeron a Amy que su tatuaje de la tía en tetas no podía salir en antena, porque podía resultar ofensivo. Le pidieron que se lo tapara; pero Amy, antes muerta que con manga larga, decidió pintarle un bikini con rotulador. Genio y figura.
Y es que a los americanos puedes darles visceras y violencia, kalashnikovs por un tubo y psicópatas por doquier; pero dos tetas pintadas sobre un brazo... no! resulta ofensivo; vergonzoso y vergonzante; perverso y repugnante. A mi en cambio me parece triste e hilarante. Así, a partes iguales.
En fin...
Vía | Dlisted
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