Beber lo justo no es fácil, claro que no. Tu crees que vas la mar de fino, y cuando no te das cuenta ya vas por ahí haciendo eses, saludando alegremente a los desconocidos o tropezándote con el único árbol de la calle. Por eso, la mayoría de seres mortales hemos desarrollado un infalible sistema práctico para darnos cuenta de si nos estamos pasando de vuelta o no.
Eso se traduce en cosas como: comprobar si los demás se ríen con nosotros o de nosotros, intentar levantarse de la silla (si necesitas más de tres intentos, chungo), intentar contar los dedos que te muestra la persona de enfrente (aunque si la otra también va como una cuba, la prueba pierde fiabilidad), intentar recordar un número de teléfono o analizar los sonidos que salen de nuestros labios (si hay demasiadas 'r' 'g' y 'z', muy chungo).
Pero a las celebrities no les basta con estos sistemas mundanos. Para no pillar la gran turca necesitan un brazalete controla-borracheras, como el que luce Lindsay Lohan desde que ha salido de rehabilitación.
El cacharro mide a través del sudor la cantidad de alcohol que la chica lleva en el cuerpo. Cuando la cosa se empieza a poner morada, empieza a pitar para que Lindsay ponga freno a la juerga. Igual el invento os parece una chorrada. Pero es que sin él las celebrities no se saben controlar. Fijaros si no en esta frescas imagen de Mel Gibson. Más vale llevar el brazalete controla-borracheras a que los paparazzis te pillen con este careto, ¿verdad?
Vía | Celebwarship y The Blemish
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