Colin Farrell arrastra una imagen de xulo-piscinas de cuidado. Y es que el chico se lo ha ganado a pulso después de alardear del tamaño de su miembro en todos los platós del televisión norte-americanos (y en un bonito video porno casero con la playmate Nicole Narain). El actor irlandés ha explotado su imagen de chico malo ligón hasta la extenuación y nos ha regalado perlas como: "yo sé que todas las mujeres se mueren por estar conmigo" o "no hay mujer que no sea multiorgásmica cuando folla conmigo".
Pero todo hombre tiene derecho a cambiar, y el actor de La última llamada no es menos. Ahí le tenemos con su nueva coleta de hippie bonachón y abrazando a un niño uruguayo al que le acaba de pagar la educación. Y es que Colin ha donado 100.000 dólares a su escuela para que compre ordenadores, libros y haga unos cuantos arreglillos. Lo bueno del tema es que Colin no ha enviado una nota de prensa para contarle a todo el mundo su bueno obra (a diferencia de otros, como Angelina Jolie...) así que quizás en tan generosa donación hay algo más profundo que un intento de cambiar su imagen.
Vía | Celebslam
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