La superestrella Eva Longoria es una estrella muy activa, tiene muchos compromisos publicitarios y de promoción, además de acudir a muchos eventos en plan alfombra roja junto a su inseparable Tony Parker. Lo cual le obliga, lógicamente, a coger muchos aviones para sus desplazamientos. Y al contrario de lo que mucha gente teme y le provocan los viajes aéreos, Eva ha demostrado que no sólo no le asusta, sino que le encanta:
“No me importa volar. Me encanta porque me quedo dormida. Puedes dormirte y estar en Australia al otro día. Es lo mejor.”
Es una forma de verlo. Sobre todo cuando estás en una nube. Además cuenta una anécdota:
“Una vez terminé de trabajar a las 11 de la noche y volé para llegar a casa justo para el desayuno. Volé de Los Angeles a Suiza en una noche, sorprendí a Tony, cenamos, y luego volvimos al próximo día!”.
Desde luego que, de seguir así, no me extrañaría que alguna compañía aérea la contrate por su entusiasmo.
Vía | Prensa Corazón
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