Si ya me lo decía mi madre, que las prisas nunca son buenas consejeras y que de nada sirve hacer las cosas deprisa y corriendo si luego nos toca volver a hacerlas. Algo parecido le ha pasado a nuestra celebritie, que no podía resistir las ganas de estrenar pantalón nada más comprarlo en la tienda y ahí que se lo enfundó en los probadores para salir a la calle a lucir palmito.
Las prisas, obviamente, le jugaron un mala pasada a... ¿a quién se le ha olvidado quitarle la etiqueta?
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