¡Ya tenemos la alfombra roja de los Goya!

Los Premios Goya están a puntito de empezar, y como en todo sarao de los buenos, la alfombra roja ya ha dado el pistoletazo de salida. Ellos, de punta en blanco, o mejor dicho, en negro: el esmoquin de rigor, salvo algún que otro escapado. Y ellas... ¡Cómo nos gustan ellas! De largo, como Dios manda, con mucho brilli-brilli para que se te distinga bien en las fotos y con colorido. Que el nude es demasiado hollywoodiense. ¡Vámonos!

¡Viva el urraquismo!

No seré yo quien tire la primera piedra en lo que a ir cargada de brillos y relumbrón se refiere. Porque yo también soy una pequeña adicta a todo lo que brilla, cual urraca. Y en esta alfombra roja los vais a encontrar por activa y por pasiva.

Servidora ha caído rendida a los pies de Paula Echevarría. Guapísima. Sin más. Con un vestidazo verde acabado en pedrería, escote de infarto y manga larga, está acertada en todo. Yo, quizá, le habría dado algo más de forma al lateral del pelo que le cae en el rostro, pero por lo demás... ¡Ganadora!

Mucho más me ha gustado el peinado de Norma Ruiz, estilo griego con una trenza de espiga de su propio pelo. Y el color oro envejecido del vestido le favorece una barbaridad, a pesar de que ese drapeado da mucho volumen y es difícil de defender.

A Goya Toledo, que es tan raro verla fallar como que te caiga un rayo en el dedo pequeño del pie, no le termina de caer bien el vestido. Mucho dorado, el escote le hace un gesto feísimo en el pecho, y el contraste con las joyas en oro blanco y diamantes no me convence nada. ¡Ni siquiera el pelo a lo Bieber!

Otra que ha apostado por el brillo ha sido Inma Cuesta, aunque le pasa justo lo opuesto a Goya. A Inma ese color tan pálido le apaga una barbaridad, no capta la atención en absoluto y el clutch en el mismo color tampoco ayuda. Regulera, regulera.

Mucho más guapa y fresca está Michelle Jenner, que aunque como actriz me parece que no es de lo mejorcito que está pisando esta alfombra, sí es un bellezón como una casa. Un poco burbujita de Freixenet, pero muy favorecida. Yo le habría arreglado un poco más el pelo, parece que acaba de salir de la ducha.

No me saques los colores

Cerrado el apartado del brillo, que seguramente os haya fundido un poco las retinas con tanto flash de luz, nos metemos en harina con las que han optado por ir un poco más discretas.

Un poco desaliñada me parece Macarena García, aunque el rojo le favorece muchísimo. Quizá, una vez más, sea el pelo, que me parece que le habría quedado mucho mejor un poco más cuidado. Por lo demás, estupenda.

Poco acertada me parece Eva H, la presentadora de los premios Goya. Ese pliegue justo a la altura de la tripa se la resalta, y a menos que seas lisa como una tabla, no va a quedar demasiado bien. Que no le critico que tenga tripilla, faltaría más; sólo que estaría más guapa con otro corte. Este vestido no le cae nada bien.

Mucho más me ha gustado Amaia Salamanca, que lucía un cuerpazo de diez - ¡ella que puede! - con un vestido a franjas diagonales en negro y nude jugando con las transparencias. El moño ligero y el maquillaje resaltando los ojos lo hacen de diez. ¡Guapísima!

Manuela Velasco, que tiene a su tía de celebración esta noche, lucía un vestido con maxi volante en el pecho en pistacho que le sienta como un guante... pero que a mí no me gusta nada. Ahí ya es personal, lo reconozco sin problema. Ahora bien, el pelo... ¿Qué pasa este año que todas lo llevan a la cara y no les queda nada bien?

Y una de mis debilidades personales es Ángela Molina, que a pesar de los años, está tan guapa como siempre. Ahora bien, el aire Morticia que se me ha calzado esta vez... Me da un poco de pereza. Podía haber metido algo de color en el clutch, pero ni por esas.

Algo parecido le pasa a Belén Rueda, aunque reconozco que el negro le sienta muy bien a su cabello rubio. Una de las que mejor peinadas va esta noche, con ondas al agua y muy años cuarenta. Echo en falta algún detalle más al vestido, demasiado sencillo para mi gusto.

Y en mi podio de favoritas de la noche, justo al ladito de Paula Echevarría, está la estupendísima Maribel Verdú. Qué bellezón de mujer, que cada año que pasa está más guapa. De diez me parece todo, el pelo, el vestido con falda de vuelo y manga larga negra... ¡La adoro!

Y ellos... ¡pues muy guapos!

Todavía no hemos visto a ninguno salirse demasiado del tiesto, y los que tienen buena planta, como Miguel Ángel Muñoz, lucen el esmoquin con bastante dignidad. Eso sí, me parece que tiene la pajarita un poco chuchurría...

Todo lo contrario que Mario Casas, que con esas barbitas está todavía más cañón que cuando va con carita de bebé.

Marc Clotet me ha seducido mucho más. Quizá sea la pose de enfadado, que parece que acaben de pisarle un juanete, pero me parece que está estupendo. El traje le queda de muerte, y es que el que tiene buena planta, la tiene.

Buenorraco. Así es como está Hugo Silva, que explota a las mil maravillas ese look canalla-castigador, con ese pelito engominado y sin afeitar... Para hacerle una cantidad de cochinadas malísima.

José Coronado es otro de los veteranos que están divinos año tras año. Y es que este hombre ha llevado más esmoquin casi que vaquero, si me apuráis. Lo único que me chisca un poco es esa chaqueta desabrochada...

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