Ya sabes (y si no lo sabes, aquí venimos a contártelo) que una de las cosas que más color da a nuestra vida es navegar por portales inmobiliarios. Y tú te preguntarás, ¿por qué, si no podéis pagaros ni un estudio de alquiler en el centro de Madrid? Pues porque de sueños también se vive.
Y qué casualidad que navegando y navegando... ¡Nos hemos encontrado con la casa que Raquel Mosquera ha puesto a la venta! Imagínate lo que tiene que ser comprarse el hogar de una de las personas que ha sido (y es) leyenda del mamarracheo... Esto tiene que ser como los que alquilan una casa sabiendo que hace años hubo allí un asesinato múltiple. Puro morbo.
Como contaba en exclusiva la revista 'Semana', el chalet en cuestión cuenta con 370 metros cuadrados construidos sobre una parcela de 750. Casi nada. Que ahí dentro hasta puedes organizar maratones. En el municipio de Galapagar (Madrid), el precio de la chocita asciende a los... ¡499.500 euros! (¿Cuánto nos darán en el mercado negro por nuestro riñón izquierdo?)
Pero no es la primera vez que la viuda de Pedro Carrasco intenta deshacerse de esta misma casita, qué va. Porque, como recuerda la revista, la primera vez que intentó venderla fue en 2009. A pesar de ello, continuó viviendo allí hasta ahora.
Salón
Pero metámonos de lleno en las profundidades del hogar, que aquí es donde está el juguito de limón. Y, para qué vamos a engañarnos, nos encanta. Es toda una mezcla de estilos, todo muy rococó. Es un poco como si Alaska y Mario decorasen su nueva casa con los muebles de tu abuela.
El dormitorio sí que es vintage. Sobre todo por las dos televisiones que podemos ver a la izquierda de la imagen, que eso ya no lo encuentras ni en Wallapop. Eso sí, cama de realeza total. Que se note que Raquel Mosquera es la Letizia Ortiz de su hogar.
Pero, ¿cuál es la distribución de la casa? Pues para que te hagas una idea, cuenta con un salón, un comedor, una cocina, dos cuartos de baño, un aseo, tres dormitorios (uno de ellos con baño propio), un gimnasio, dos plazas de garaje, un trastero y un cuarto para la lavadora... Y nosotros pensando que un piso con más de 40 metros cuadrados ya es todo un palacete.
Y no tiene uno, ¡sino dos porches acristalados! Además de una terraza de 15 metros cuadrados. Todo esto ideal para organizar unas buenas cenitas (y después unos carajillos) con amigos. Eso sí, igual a nosotros se nos queda un poquito grande. Porque con esto de meternos con todo el mundo... La verdad es que amigos, bastante pocos.
Y otra de las joyitas del hogar: un despacho con un escritorio desde el que dominar el mundo y en el que, suponemos, la Mosquera se sienta durante horas y horas a echar las cuentas de la peluquería... Aunque ahora que nos viene a la cabeza: ¿este año, en la Declaración de la Renta, le habrá salido a pagar o a devolver? Curiosidad, más que nada.
Fotos | Habitaclia y GTRES