Shakira y Piqué han vuelto a verse las caras, y esta vez no lo han hecho en ningún despacho de abogados. En encuentro tuvo lugar ayer, viernes 7 de octubre, en la ciudad que vio crecer el mismísimo Rafa Mora, Valencia. Allí se celebraba el último partido de béisbol de uno de sus retoños, y aunque el mal rollo entre la colombiana y el futbolista es evidente, ambos compartieron grada para apoyar al pequeño.
Tras varios intentos para llegar a un acuerdo, Gerard y Shakira continúan en el punto de partida. No hay nada escrito ni decidido. Los deseos de ambos están radicalmente enfrentados y, por el momento, ninguno está dispuesto ceder. La cantante quiere largarse de nuestro país, y Piqué, enamorado hasta las trancas de Clara Chía, no dejará que se lleve a los niños.
Lo han intentado por activa y por pasiva, pero el acuerdo parece imposible. Y si todo sigue de esta manera, el juicio será inevitable. Pase lo que pase, está claro que los ex tortolitos solo tienen una prioridad: Milan y Sasha. Ayer, ambos acudieron a partido de béisbol en el que jugaba Milan, y aunque no se dirigieron la palabra, aguantaron el tipo por el bien de su retoño.
Tal y como publica Hola, se sentaron a varios metros de distancia y Piqué lucía la misma camiseta que el resto de padres, de color azul y con los quince nombres de los equipos participantes. Shakira se mostró animada e incluso gritó en varias ocasiones: "¡Bravo, bravo mi amor!".
Al parecer, no compartieron ni si quiera una frase, pero ambos estaban allí sentados, junto a sus peques. Al terminar, la artista abandonó el lugar acompañada por Milan y Sasha.